Estudios B�blicos Expositivos


"Estudios Bíblicos Expositivos - ¿Qué Son?


  Al dar inicio a esta secci�n de "En Voz de Gracia... conocer� de Cristo" de "Estudios B�blicos Expositivos", que confiamos llegue a ser una de mucho provecho y de amplia aceptaci�n de parte de todos nuestros visitantes, -quienes con el tiempo confiamos lleguen a ser "de la casa"- hemos pensado que ser�a prudente ofrecer una breve explicaci�n de lo que es estudiar la Biblia, y los distintos medios de estudio que se pueden utilizar con ese fin.

 Con eso en mente, pienso que el mejor modo de comenzar ser�a con una pregunta, a saber:  �Por qu� se debe estudiar
la Biblia?
 Leamos unas palabras claves que el ap�stol Pablo le dirigi� al joven pastor y siervo de Dios, Timoteo -pasaje que tambi�n se cita en la secci�n de estudios evang�licos as� como en nuestra confesi�n de fe.  Dice as� la Palabra de Dios:

"
Toda Escritura es inspirada por Dios, y �til para ense�ar, para redarg�ir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea enteramente apto, bien pertrechado para toda buena obra."
                               2 Timoteo 3:16,17

 E
n la misma carta, pero un poco antes de estas palabras ya citadas, Pablo escribi�:

 "
Entretanto que voy, oc�pate en la lectura, la exhortaci�n y la ense�anza.  No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profec�a con la imposici�n de las manos del presb�tero. Oc�pate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.  Ten cuidado de ti mismo y de la ense�anza; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvar�s a ti mismo y a los que te escuchen."
4:13-16

 E
s muy evidente -y de ello no hay duda alguna- que en estas palabras de �nimo e instrucci�n al joven Timoteo sobresale la gran importancia de la ense�anza de las Escrituras, no s�lo para el bien de la vida espiritual de Timoteo sino la de sus oyentes tambi�n.  En el estudio b�blico arriba aludido queda muy claro el hecho de que la Biblia es inspirada divinamente.  En estos textos se nos instruye tocante al fin o uso de esa Palabra en nuestras vidas.

 E
s de la Palabra de Dios que ha de proceder toda ense�anza, rega�o, correcci�n e instrucci�n en justicia espiritual. Sin entrar de lleno en el pleno significado de estos t�rminos, es evidente lo abarcador del proceso instructivo y correctivo que proviene de las Escrituras.  La vida "espiritual" que se fundamenta m�s en lo emocional que en la ense�anza de la Palabra ser� una vida muy superficial, -hablando de lo espiritual- f�cil presa para el error, no importa cu�l sea la forma en que �ste se manifieste.

 H
ay muchas vidas que, creyendo ser muy espirituales porque viven siempre en la b�squeda de la excitaci�n y emoci�n religiosa, tienen poco o ning�n conocimiento de la Palabra de Dios. Y es este conocimiento lo �nico que edifica al cristiano en la salvaci�n y trae genuino testimonio espiritual a quienes viven en su derredor.   Por eso el 4:16 dice enf�ticamente:  "Ten cuidado de ti mismo y de la ense�anza [algunas versiones de la Biblia rezan aqu�: "doctrina"]. En el libro de Proverbios 29:18, se declara que  
"sin profec�a el pueblo se desenfrena",  o perece.  Profec�a es, aqu�, una referencia a la "ense�anza,
instrucci�n":  su ausencia s�lo resulta en da�o y destrucci�n a las vidas que carecen de dicha ense�anza.

 A
menudo he escuchado -de donde uno menos quisiera oir tales palabras- que "�la doctrina es peligrosa!".  Se me ha dicho en varias ocasiones:  "�Evite entrar en temas doctrinales en su predicaci�n!".  A la verdad que si no hay "doctrina", no hay predicaci�n que valga la pena, porque la doctrina [ense�anza] es la que nos ense�a qui�n es Dios y cual es su gloriosa obra de gracia, misericordia y amor.

 C
on meramente grabar en nuestra mente y coraz�n las citas b�blicas aqu� presentadas, tendremos un fundamento claro para la fe, para nuestra vida ante Dios.  De hecho, afirmar la poca importancia de la doctrina -diciendo que es "peligosa" para el creyente- es en s� una contradicci�n en t�rminos, pues, deja establecida lo que en efecto es una nueva doctrina o precepto, a saber, que la doctrina no es importante.

 P
ero, suficiente sobre ese precepto, tan b�sico, de la validez y necesidad de la ense�anza doctrinal basada en la Biblia. Veamos ahora los distintos medios, o estilos que se emplean para comunicar la misma.  Son tantos los mecanismos que se pueden utilizar, y todos ellos, -siempre y cuando sirvan para ense�ar fielmente la Palabra eterna de Dios- pueden ser entera- mente v�lidos.  Ni por un s�lo momento pretendemos enumerar y definir los tales.  S�lo mencionaremos varios que se utilizan en la ense�anza dentro de la congregaci�n -la reuni�n para la adoraci�n- de los santos, a saber: la predicaci�n "tem�tica" y la "expositiva".  Veamos.
 

 T
engamos en cuenta, primero, que el t�rmino "tem�tica" identifica la presencia de un "tema", sea cual sea.  El t�rmino "expositiva(o)" define el proceso como uno de ense�anza; es predicaci�n que tiene como caracter�stica principal la "exposici�n" o explicaci�n detallada del material tem�tico bajo consideraci�n y su consecuente aplicaci�n al oyente.   En cierto sentido, toda ense�anza "tem�tica" que de veras comunique la Palabra de Dios ser� tambi�n "expositiva" en cuanto explique el fundamento b�blico de dicho tema.  De igual manera, toda ense�anza verdaderamente "expositiva" comunicar� con claridad los temas relacionados en el contexto inmediato de la porci�n b�blica bajo consideraci�n.

 A
hora bien, decimos que predicamos o ense�amos "tem�tica- mente" cuando consideramos de manera detallada un tema particular, sea cual sea.  Por el contrario, decimos que predicamos o ense�amos "expositivamente" al considerar TODO lo contenido en un pasaje b�blico, ya sea breve -unos pocos vers�culos-, un tanto m�s largo -varios cap�tulos que encierran una historia completa-, o de mayor alcance como lo ser�a un estudio de un libro de la Biblia en su totalidad.

 E
jemplo del primer m�todo, el "tem�tico",  es este mismo estudio.  Consideramos en esta ocasi�n el  "tema"  de los m�todos de ense�anza.  Igual ocurre con nuestra secci�n de estudios b�blicos evang�licos , o evangelistas; tambi�n la secci�n sobre la familia y el hogar.  En este �ltimo, el material presentado siempre guardar� relaci�n con dicho tema familiar, mientras que en el primero se presentar�n estudios de diversos temas b�blicos sin que sean espec�ficamente expositivos de porciones enteras de la Palabra de Dios.  Por el contrario, luego de este estudio b�sico, explicativo, encontrar� siempre en esta secci�n una serie de estudios que si bien no pretendieran cubrir un libro de la Biblia en su totalidad, cuanto menos cubrir�an segmentos significativos de los mismos.

 �
Por qu� nos proponemos, con la ayuda de Dios, presentar estudios expositivos en serie de porciones b�blicas?  La raz�n para ello es muy sencilla.  �Ha pensado alguna vez en algo tan b�sico como el m�todo que Dios utiliz� para instruir, corregir, y aun rega�ar a su pueblo cuando pecaba?  No s�lo les enviaba, en ocasiones, un predicador o profeta; inspiraba a siervos escogidos para que les escribieran cartas de amonestaci�n, de consuelo, de instrucci�n.  Nada m�s hay que pensar en las ep�stolas de Pablo... Romanos, G�latas, Filipenses, y tantos m�s.

 L
o que llegaba a estas iglesias era una carta completa, no una selecci�n parcial de la misma.  Al ser recibida, tal vez por el pastor o anciano en el lugar, puede contar con que dicho siervo les le�a la carta en su totalidad en la pr�xima reuni�n; no les dec�a: "Hermanos, nos ha llegado una carta de nuestro amado hermano Pablo... �voy a leerles algunas oraciones para que ustedes vean lo mucho que nos ama!"  Podemos estar muy, pero muy seguros de que, una vez estaba en mano dicha carta, se proced�a a leerla cuidadosamente, no s�lo una vez, sino muchas veces... �y con gran amor y temor a Dios!

 Y
dicha carta no conten�a meramente un saludo precioso, amoroso y una despedida igualmente amorosa.  �No!  Conten�a instrucci�n, reprensi�n -esta �ltima a veces m�s para unas iglesias que otras- y correcci�n.  Podemos decir m�s: todos los temas contenidos en dicha carta estaban entrelazados de tal manera que preceptos espirituales -doctrina- se presentaban como la base y la raz�n de ser de las responsabilidades y conducta requeridas por las mismas.  Tomemos el ejemplo de la carta dirigida a los hermanos en la iglesia en Efeso.

 E
ntre los muchos temas doctrinales y pr�cticos hallados en esta ep�stola est� el de la familia [esposa, marido, padres, hijos] en el cap�tulo 5:22 al 6:4 y el de la batalla espiritual que libra el cristiano, descrita en el cap�tulo 6:10-20.  La porci�n tocante
a la familia es una gloriosa y potente fuenta de instrucci�n vital sobre el tema.  Igual ocurre con la segunda porci�n que nos
ense�a con igual certeza sobre las provisiones de defensa espiritual que Dios ha provisto a los suyos.

 P
ero, �cu�ntos cristianos conocen que ambas porciones son parte de una mayor instrucci�n a la iglesia de Cristo en la que se le urge a que �sta viva en su luz, llena del Esp�ritu, en medio de un mundo que anda en tinieblas?  Esa m�s amplia ense�anza puede perderse... ni siquiera verse, si los distintos aspectos "tem�ticos" son considerados de manera puramente tem�tica, aun cuando no se haya querido separar dichos detalles particulares de su tema mayor, abarcador.

 A
unque el maestro cuidadoso, celoso de la Biblia buscar� establecer la relaci�n del tema particular que estudia al contexto inmediato,  es demasiado f�cil descuidar ese detalle, por lo que podemos terminar estudiando con gran inter�s el tema de la familia o el de la batalla espiritual sin llegar a conocer y comprender el tema espiritual mayor en que ambos fueron considerados y al cual est�n intimamente ligados.  Es por esta raz�n que en este Sitio cibern�tico, dedicado a la fiel ense�anza de la Palabra de Dios, procuraremos incluir tanto estudios b�blicos "expositivos" como "tem�ticos", seg�n lo ya explicado.

 E
n fin, oramos que usted pueda ahora entender la gran importancia de los estudios b�blicos expositivos.  Es una manera vital para traer a su alma lo que el Esp�ritu de Dios realmente le comunic� a su iglesia a trav�s de su santa Palabra.  Queremos poner en pr�ctica la instrucci�n del ap�stol Pablo a su ahijado espiritual, Timoteo.  No s�lo le recalc� la validez e importancia de la Biblia, la Palabra de Dios, sino que le record� la raz�n para ello.  Leamos una vez m�s esa porci�n tan clave:

 "
Toda Escritura es inspirada por Dios, y �til para ense�ar, para redarg�ir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea enteramente apto, bien pertrechado para toda buena obra."
                              2 Timoteo 3:16,17

 M
otivados, pues, por palabras inspiradas tan sublimes, nos damos a la tarea de presentar esta secci�n de "estudios b�blicos expositivos" para el provecho de cada alma que habr� de posar sus ojos aqu�... aun m�s: su coraz�n.

 C
reemos que tiene mucha importancia y relevancia en nuestras vidas espirituales la ense�anza de temas espec�ficos cuyo fin es instruir en la sana doctrina y sus ramificaciones en nuestra responsabilidad individual.  Igualmente creemos que la ense�anza de libros de la Biblia  -especialmente las ep�stolas dirigidas a la iglesia de Cristo, en su totalidad-  es de suma importancia, por lo que esta columna particular se dedicar� prec�samente a ese fin.

 L
os estudios se presentar�n de manera m�s breve y concisa, debido a la naturaleza del medio de comunicaci�n.  Usaremos, aunque sin limitarnos a ello, el estilo de bosquejo. Ser� m�s bien una mezcla de bosquejo y narraci�n.  Dejaremos cada segmento de los estudios en l�nea durante un tiempo razonable, y, de ver la necesidad de mantener acceso a segmentos ya presentados -cosa que veremos a trav�s de las cartas electr�nicas [e-mail] recibidas-  tomaremos las medidas necesarias para proveer dicho acceso.  Igual consideraci�n ser� tomada en relaci�n a otras secciones de este Sitio.  Por eso es importante que usted se valga de las m�ltiples provisiones para escribirnos provistos para usted en cada una de nuestras p�ginas.

 O
ramos que estas primeras consideraci�nes sobre tema tan importante para su alma sean para su bien y para la gloria de Dios, en cuyo nombre hemos escrito estas l�neas.


Pase a p�gina �ndice del estudio expositivo sobre G�latas.



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