Nuestras Respuestas a sus Preguntas...

 


 

 Se nos preguntó a un grupo donde hablábamos sobre los bebes y niñitos de más edad que si eran salvos al morir o si al nacían sin pecado y perfectos? La persona citaba un versículo de la Biblia donde decía que de: "De los tales es el reino de Dios..." ¿Qué enseña la Biblia sobre este tema? 
L.V.A. - EE.UU.

Hace poco recibimos una pregunta de un visitante que leyó la respuesta que abajo sigue, deseando cierta aclaración adicional referente a la edad específica de un niño ante el triste suceso de su muerte. A los pocos días, nuestro "buscador" pc sufrió un desperfecto inesperado causando la pérdida de más de 50 "emails" importantes, entre éstos dicha pregunta. Pero, ante la ausencia del nombre de quien suscribió la pregunta (pienso recordar que era un varón de México... ¡tal vez!) al menos tenemos bien claro cuál fue su pregunta. La respuesta la hallará abajo, como una adenda, luego de la respuesta a la primera pregunta. Su pregunta, más o menos, fue ésta:

¿Y qué del alma de un niño si al morir había ya alcanzado la edad de 6 años? (Recuerde: la respuesta la hallará abajo)

Respuesta:  
Muy estimada L. V. A.:

 Saludos en Cristo desde Puerto Rico. ¡Gracias por su email y pregunta... qué bueno que nos visitó en la web!

 En cuanto a su pregunta, lamento no poderla enviar a una respuesta afín en nuestra sección de P y R, por lo que le ofreceré unas palabras breves sobre el particular. Esta respuesta será colocada en nuestra seccón de preguntas dentro de unos días. De inmediato paso a ofrecerle una sencilla respuesta.

 Por aquello de que tenga algún valor para Ud., quien suscribe estas líneas es pastor y evangelista con más de 40 años de servicio al Señor. Eso de por sí no le garantiza seguridad de lo certero de la respuesta, pero al menos le indica que ya he pasado unos cuantos años en la obra de Dios como pastor y maestro de la Santa Palabra y, por nada en el mundo le habré de aconsejar contrario a la Palabra que Dios me ha enseñado por su gracia.

 Usted aborda varios aspectos distintos dentro del tema de los infantes y su relación a Dios en términos espirituales. Comencemos con lo siguiente:

1. Ninguna criatura nace en santidad. Sé lo que es haber procreado a cuatro preciosos hijos... sé lo que es tener 7 bellos nietos -la más chica nació hace varios días- y sé lo que es amarlos con un corazón sincero. Pero, sería un autoengaño convencerme de que, porque son mis hijos e hijas, nietos y nietas, no sean criaturas pecaminosas ante Dios. Son pecadores, cada uno de ellos necesita la vida eterna que sólo se halla en Cristo.

 La Biblia enseña que "el pecado pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron" (Romanos 3, etc.); que "no hay justo, ni aun uno", y que "todos se apartaron..." Muchos otros textos afirman la realidad del pecado en el ser humano, aun antes de nacer... (Salmo 51... "en pecado me concibió mi madre"). Esta anterior declaración no habla del acto que desemboca en concepción sino en la realidad de la naturaleza pecaminosa del ser humano desde el mismo inicio de su existencia en el vientre de la madre.

 Cuando Pablo escribió a los Efesios, les dijo que Dios los salvó "estando ellos muertos en sus delitos y pecados" (cap.2). Es decir: quien es "salvo por la gracia de Dios" llegó a poseer dicha vida habiendo estado "en pecado"... en muerte espiritual. Quienes no han sido salvos por la misericordia de Dios están aún en su pecado, tal como lo estaban cuando fueron formados en el vientre de la madre y luego cuando nacieron.

2. En cuanto a la cita bíblica sobre los niños -"de los tales es el reino de Dios" (Lucas 18:16)- quien afirmó tal cosa desconoce lo que la Biblia enseña al respecto. Es la realidad, aunque lo digo con todo respeto y un sentido de genuino asombro. De hecho, está poniendo una parte de la Biblia en contra de la otra... y eso es peligrosímo al tal, así como a los que le oyen.

 Ya le indiqué el testimonio bíblico que asegura que todo ser humano es pecador desde que entra al mundo. Es el Espíritu de Cristo quien así lo afirma. Sería imposible que Cristo mismo contradiga su verdad en otro punto tal como éste. Lo cierto es que en ningún momento Cristo declaró que los niños son salvos, fuere cual fuere la causa o razón.

 Lo que sí dijo fue que "quienes heredan el reino (la vida eterna) son aquellos que, con la sencillez propia de los niños, vienen en fe a Dios, creyendo. Él usa los niños como modelo o ejemplo de un espíritu sencillo que se confía en otro. El adulto suele ser muy endurecido... tiene excusas para justificar todo su mal. Pero, el niño tiende a ser tan sencillo que se confía en un adulto sin cuestionarle ni pensar que le vaya a hacer daño.

 Por eso es que Cristo le dijo a sus discípulos que si ellos -o cualquier otro que pretendiera creer en él- querían recibir las verdades eternas que él les hablaba, sería necesario que fuesen sencillos como esos niños que en ese momento estaban cerca de él. Cristo dijo, "de los tales...", es decir, "de quienes son así". No dijo que esos niños "eran salvos, sin pecado, y que tenían el cielo asegurado por tal hecho.

 Espero que estas breves líneas le sean de ayuda. Permítame recordarle que la fuente de toda Verdad eterna la tiene usted en sus manos en su Biblia. El único Maestro de esa Palabra es el Espíritu de Dios. Quien estudia esa Palabra con genuino temor a Dios y con sed y hambre de justicia, llegará a conocer la Verdad. Dios le ayude a poder examinar TODO lo que otros afirmen a la luz de la Palabra. Es ahi que siempre -y eso es sin falla- verá cuál es la Verdad de Dios y cual es el error humano.

 Dios me la ayude y bendiga. Espero que nos siga visitando y leyendo los estudios bíblicos que ofrecemos a todos. Sin nada más por ahora, quedo,

Atentamente en Cristo,

David S.

Adenda: Observaciones adicionales con referencia a la segunda pregunta, arriba...

 Lo primero que le pido, estimado(a) lector(a) de estas líneas, es que vuelva a leer con mucha atención la sencilla respuesta que asumo acaba de leer arriba.  Tome nota, primero, del hecho de que el corazón del tema considerado no guarda relación alguna con "edad particular" de quien muere. En segundo lugar, tenga en cuenta que hay una realidad espiritual que no podrá negarse ni eludirse, a saber: la naturaleza pecaminosa del ser humano, independiente de su edad, ya sea dentro del vientre de la madre o luego de haber nacido al mundo visible de los vivientes.

 Aunque no sé si quien nos envió esta pregunta habrá tenido en su mente una particular enseñanza "religiosa" que se mueve, no sólo entre muchos evangélicos sino entre otros que ni siquiera profesan conocer el evangelio de Cristo, sí conocemos que no han sido pocos los que han enseñado a otros el grave error de que, "existe una 'edad de responsabilidad' en los niños la cual, antes de haber llegado, el niño no se considera pecaminoso ante Dios", y por ende, sin la necesidad de la salvación de su alma.

 Recuerdo que aquí en Puerto Rico ocurrió, hace muchísimos años, que mis padres –quienes comenzaron aquí la obra APEN, evangelizando a los niños y enseñando a las iglesias la vital importancia de tal evangelización entre ellos– fueron resistidos por un muy conocido e influyente líder evangélico, alegando éste, por escrito, que ellos obraban equivocadamente ya que los niños pequeños no eran aún pecadores ante los ojos de Dios... ¡que no eran aún "responsables" por lo que no era necesario evangelizarlos! Yo leí esas palabras tan erradas de dicho "ciego, guía de ciegos"... daba mucha tristeza ver la ceguedad de uno que, como pastor evangélico, pretendía ser guía de otros.

 La realidad del pecado, según Dios enseña en la Biblia, es negada por tal enseñanza. (Me es tan providencial e interesante el hecho de que en estos mismos momentos acaba de dar inicio, en nuestra emisora radial internet, rvdg.com, un breve estudio mío sobre la "realidad del pecado".)

 La Palabra de Dios enseña que el ser humano es pecaminoso desde el vientre de su madre, no que adviene a tal estado de pecado luego de haber nacido, ya sea al mes, al año, a los dos o tres años o a los seis años de edad. Es necesario que con gran humildad aceptemos el decreto eterno de Dios en el sentido de que "el pecado está ligado al corazón del niño" desde su más temprana edad. Nuestro amor de padres por nuestros hijos jamás cambiará la realidad del pecado de ellos.

 Y si es pecador o pecadora esa joven criatura tan amada por sus padres –¡y así es, por el testimonio bíblico!– está en una muy urgente necesidad de que la gracia de Dios obre en su alma. Por eso es que padres cristianos deberán ocuparse en "vivir y enseñar" el evangelio de Cristo a sus hijos. No hay garantía de que Dios los vaya a salvar. Sin embargo, sí hay ciertas promesas muy benditas que Dios da a los padres que crían en el "temor de Dios" a sus hijos.

 ¡Y qué padre cristiano no deseará que sus pequeños lleguen a conocer y poseer la esperanza de vida eterna en Cristo! Recuerdo cómo una de nuestra hijas daba evidencia de que había conocido a Cristo cuando muy pequeña. ¡Y para nuestra gran sorpresa y profundo gozo, cuánto tocó nuestro espíritu cuando, sorpresivamente, la vimos arrodillada al lado de su cama junta a su hermana mayor (1 año más), orando con su hermana al ésta también pedirle a Dios que la perdonara y salvara!

 Nosotros, como padres, las criamos en un ambiente de un hogar cristiano. Pero, si Dios no hubiera obrado en su gracia, poniendo en esos corazones tan tiernos esa conciencia de pecado y la fe como para orar en el nombre Cristo a favor de su salvación, ese momento no habría aún ocurrido. Al menos uno de nuestros muchos nietos conoció al Señor en su niñez y, luego de unos años, se bautizó. Hoy oramos por la conversión de los otros queridos nietecitos y nietecitas. Desde el más chico, cada uno es pecador en necesidad de Cristo. Creer esa verdad debido a que Dios así lo enseña en su Palabra nos hace no cesar de clamar a él a favor del alma de cada uno(a).

 En otras palabras, no cometamos el error de asumir que hasta tal o cual edad todavía no son pecadores. Si así lo hiciéramos, no sólo estaríamos negando lo que Dios nos enseña sino también asumiendo que, por "no ser, supuestamente, pecadores", aún no tienen la necesidad de la salvación de su alma. ¿Para qué, pues, ocuparnos en pedirle a Dios lo que no necesitan? ¡Error fatal!

 En conclusión, invito a cada padre y madre cristiana a no dejar de orar por la salvación de sus hijos. Admita que, fuera de Cristo, ellos son ahora lo que ustedes fueron antes de recibir la vida en Cristo. No permita que el "sentimiento amoroso" de padre/madre a hijo(a) le opaque la realidad del pecado en ellos. Y no olvide que la diferencia en edad entre usted y ellos ninguna diferencia hace en cuanto al estado natural de pecado en el ser humano se refiere.

 La "paga del pecado" (Romanos 3 y Juan 3) es la misma para todo pecador, no importa su edad. Teniendo esto en mente, entréguese a la oración ferviente a favor de la salvación eterna de sus hijos mediante la fe en Cristo. Sólo la misericordia y la gracia de Dios podrá ser la causa de una obra de salvación en ellos. Pido a Dios que ayude a cada padre y/o madre cristiana a no sólo entender esta realidad bíblica sino a actuar según le corresponde.

Atentamente en Cristo,

David S.



Háganos llegar su pregunta relacionada a este tema usando
el formulario de correo electrónico (e-mail).   Recuerde indicar
en el encasillado de "Motivo":   "Para Preguntas y Respuestas".  
 Muchas gracias.