Nuestras Respuestas a sus Preguntas...

 

"Quiero Conocer Más de Cristo"

 Tan a menudo recibimos cartas –mayormente electrónicas, de visitantes a este sitio web, "En Voz de Gracia Conocerá de Cristo" (cristo.org)– con la pregunta que encabeza este breve artículo. A veces se expresan así: "Deseo saber más acerca de Cristo"; o preguntan: "¿Cómo puedo conocer más de Cristo?", o "¿Cómo puedo saber más acerca de Dios?"

 Son muchas las sencillas y humildes cartas que de manera similar expresan lo que aquí apreciamos como 'un alma que, sintiendo un vacío espiritual, anda buscando cómo satisfacerlo'. Y sin equivocarnos en lo más mínimo, podemos afirmar que todos los seres humanos viven en una de dos condiciones o estados de vida ante Dios: o le conocen como Señor y Padre amoroso, o no le conocen como Señor y Salvador. ¡Así de sencillo!

 Todos somos pecadores por naturaleza... nacimos así; la Biblia nos dice que "el alma que pecare, esa morirá". Mas, el pecador o la pecadora que reciben de Dios Su regalo de fe y convicción de pecado, tienen vida eterna como resultado de haber creído en Cristo. Hemos tenido momentos, especialmente tarde en la noche, cuando nuestro cuerpo y mente ya no aguanta más y nos pide a gritos: "Necesito descansar... quiero irme a dormir" y, de momento entra un 'email' cuyo mensaje nos revela otra alma en gran necesidad... en grandes apuros y está, como quien dice, haciendo su último intento desesperado por hallar a alguien que le dé la mano... es decir, la palabra de consejo y aliento que, en varios casos, ha sido obra de Dios para detener a una persona que estaba a punto de quitarse la vida. Lo sabemos porque así mismo nos lo han expresado.

 Un varón una vez nos escribió algo así: "Por favor, estoy desesperado. Alguien ayúdeme... contéstenme, porque estoy a punto de quitarme la vida esta noche." Por ayudar al tal me quedo, de ser necesario, toda la noche en contacto con esa alma a fin de brindarle la ayuda que busca.

 En tales momentos, aunque siento que me duermo sobre el teclado, le pido a Dios que me ayude a dar a esa alma una palabra espiritual de ayuda que le frene sus pensamientos tan terribles como la de acabar con su vida. Algunos de nuestros visitantes que nos escriben son muy elocuentes en sus palabras, mas, otros son muy humildes, con poca habilidad para escribir o explicar claramente su más íntimo sentimiento del momento. Mas, con la ayuda de Dios, hacemos lo posible por 'ponernos en sus zapatos', procurando entender sus más profundas inquietudes espirituales y ofreciendo una palabra bíblica que pedimos a Dios sea la adecuada para la necesidad inmediata de esa persona.
 
 Hablamos así porque entendemos que son muchísimas las almas que viven sin Dios y sin esperanza en este mundo tan confundido y perdido en la maldad del pecado, no importa el estado material de progreso tan variado que existe de un país a otro. La meta de este ministerio es mulpropósito ya que, no sólo buscamos llevar el evangelio de la gracia de Dios en Cristo a los que, ahora mismo, existen sin vida o esperanza espiritual eterna, así como a los que ya conocen a Cristo con la meta de que, por esta instrumentalidad puedan tener una fuente más que les lleve a la única Fuente de conocimiento espiritual, Cristo y Su santa Palabra.

 Oramos a Dios que estas páginas web sean herramientas en las manos de Dios para la salvación de muchos y para el crecimiento espiritual de los ya salvados por gracia. "Quiero conocer más de Cristo" es la petición de muchos; "¿Cómo puedo conocer más de Dios?" es la pregunta de muchos más. Sabemos que las situaciones particulares de cada vida individual pueden ser muy distintas. Las pruebas que Ud. experimenta a diario, ya sea en su familia, vecindario o trabajo son tan distintas a las que otro sufre.

 Unos sufren enfermedades muy terribles e incapacitantes. Otros tal vez están sin trabajo y viven temiendo la falta de dinero para comprar la próxima comida. Esto lo entemos; y aún mucho más. Y cada vez que veo a un necesitado, sea cual sea su necesidad, me toca el espíritu y tantas veces me pregunto en el corazón: ¿Qué podré hacer por esta persona? Pienso primero en su necesidad espiritual y luego en la material.

 Hoy mismo (al escribir estas líneas) estuve en el aeropuerto de San Juan para llevar a mi esposa y otros parientes a tomar un vuelo hacia los EE.UU. Por el pasillo ancho de ese terminal aéreo escuché música típica de PR tocada en un pequeño acordeón o bandoneón. No es común ver algo así aquí. Me le acerqué al diminuto caballero que tocaba esa música con la obvia meta de buscarse, tal vez, la comida de hoy. Me le paré de frente para observar su amado instrumento; lo saludé y le comenté algo sobre su bandoneón.

 En pocos minutos aprendí su nombre, los años que lleva ese instrumento con él, su lugar de domicilio, su edad (85) y lo más importante, que él conoce a Cristo como su Señor y Salvador desde que era jovencito. Le pregunté si podría interpretar algún himno cristiano, petición que con una humilde sonrisa me complació de inmediato.

 Sus temblorosos dedos acariciaron los pocos botones (teclado) del bandoneón produciendo una melodía muy bonita, desconocida para mí. Al preguntarle el título del himno, me dijo que era muy viejo y no recordaba el nombre del autor. Entonces, me dio una grata sorpresa: comenzó a cantarme la letra en baja voz, débil, pero con una muy clara pronunciación de una letra hermosa que resaltaba la persona y la obra de Cristo.

 Pusé en su pequeño maletín una ofrenda de amor y mi tarjeta con nombre y teléfono. Al irme, me dijo: "Que Dios me lo bendiga mucho, mi hermano". Me habló de su fe en Cristo, y que en Él lo tenía todo. Seguí caminando, pensando en ese ancianito, y en los miles en mi alrededor que no conocen a Cristo tal y como él y yo lo conocemos.  Había pensado yo en hablarle de Cristo, mas, me dio la grata sorpresa de que es un cristiano. La gloria sea dada a nuestro Señor.

 ¿Qué le digo, pues... qué le recomiendo a la persona que nos dice que quiere conocer a Cristo, a Dios,... conocerle más?

 La respuesta es tan sencilla, pero a veces tan difícil para algunos evangélicos. Ante tal pregunta, algunos cristianos le recomendarían a la persona que vaya a una iglesia. Eso podría estar bien, pero también podría ser un serio error. Otros tal vez recomendarían que se lea tal o cual libro. Esa opción también podría ser más errada que acertada. Le diré el porqué. Sería enfocarles la atención en la dirección equivocada. Uno de esos viejos himnos de la fe cristiana resume bien lo que la Biblia dice sobre este particular: "Mira a Cristo, y vivirás..." 

 Háblale de Cristo, y conduce esa alma hacia la Palabra de Dios, recomendando ciertos libros o pasajes bíblicos de sencilla lectura y que están llenos del evangelio de Cristo. Si usted que lee estas palabras es una de esas almas que nos ha escrito con preguntas similares a la que ahora reciben nuestra atención, le diré, con la mayor sencillez y urgencia, que es en la Palabra de Dios donde únicamente hallará la Palabra de vida.

 Es Dios quien inquieta su espíritu a buscar de él;  a él le place revelarse en Su santa Palabra. No es una obra de magia ni es un producto del esfuerzo de la voluntad humana. Es una obra divina (de Dios) que el Espíritu de Dios obra conforme a Su santa voluntad; y parte esencial de esa obra es el contacto directo o el oir de la Palabra de Dios.

 Al cristiano le decimos que trate, de manera compasiva y clara  el asunto del pecado de esa persona ante Dios. No tema decirle que la 'ira de Dios está en ese momento sobre él o ella', pero, que Dios llama a los tales a que se arrepientan de su pecado ante él y crean en el Señor Jesucristo para ser salvos. No le diga, como muchos: 'Dios le ama... sonríe... él te quiere salvar".

 La verdad –aunque contrario al uso acostumbrado– sería más así: 'Dios es un Dios de gracia y perdón, mas, ahora mismo Su ira está sobre ti por causa de tu pecado. Es necesario sentir el peso de tu pecado y busques a Dios en arrepentimiento genuino, humilde.'

 Él es poderoso para salvar a todo el que se le acerca en fe, creyendo. Esa es la gran verdad del evangelio pero, tristemente, ha sido sustituida con las caras sonrientes y las frases: 'Dios te ama, sonríe', y otras parecidas. Son muchos los que predican y enseñan que lo que se debe hacer es 'contentar al pecador en su estado actual'; ¡"Si él me ama, y puedo sonreirme, entonces no estoy tan mal parado(a) ante Dios!"

 Por otro lado, tampoco le hablamos a un pecador enfermo o atribulado en el sentido de que 'si se arrepiente y busca de Dios', él le resolverá esos problemas, lo sanará y lo salvará. ¡No! Sentimos compasión por las pruebas que sufre un pecador... e  igual hacia las pruebas que pasamos los hijos de Dios.

 Pero, la salvación eterna del alma no es algo que se promulga y anuncia como la solución para los problemas, la garantía del cielo futuro, la salvación para un matrimonio destrozado. El evangelio de salvación por la gracia de Dios trata del estado de muerte espiritual en que Ud. vive si es que aún no ha conocido a Cristo, y le muestra a Ud. "el Camino, la Verdad y la Vida: Cristo".

 Al ir a la Palabra de Dios, hallamos que el evangelio de Cristo se nos presenta como la solución para el problema tan real del pecado que separa al humano de Dios. Son muchas las personas que con gusto participan de una conversación con un creyente si se les está hablando de beneficios temporales que atraen y que tal vez pudieran recibir. Pero, ese no es el tema que debe ocupar el enfoque del que siembra la semilla de la Palabra.

 La compasión, benevolencia, misericordia, etc., son frutos del Espíritu que acompañarán al genuino cristiano en su labor evangelizadora. Mas, su mensaje centrará siempre en el pecado que separa esa persona de la comunión con y el favor de Dios. Le decimos a Ud., amigo o amiga que nos ha preguntado, a su manera, que esas inquietudes suyas, esas preguntas tan importantes que se relacionan a asuntos de tanto peso para su alma sólo hallarán su respuesta y 'solución' en la Persona de Jesucristo.

 Su inquietud y necesidad espiritual comienza a sentirse por obra del Espíritu de Cristo, y hallará la paz y el descanso espiritual en él. Pero, ¿y dónde buscarle, dónde encontrarle? En la Santa Biblia. Si usted tiene acceso a una copia de la Biblia, sea una completa, sea el Nuevo Testamento solamente y de la versión que sea... incluso, hasta una Biblia de edición católicoromana, busque en el índice (casi siempre en la parte primera de la publicación) hasta hallar el libro llamado 'Evangelio de San Juan'. Mencioné la biblia católica por aquello de que tengo varias versiones, y las he usado con toda intención y propósito cuando sabía que estaría hablando de Cristo a un fiel seguidor del catolicismo.

 Pues, bien... si tiene ya al frente suyo el evangelio de Juan (con un clic aquí podrá acceder al texto bíblico recomendado), le recomiendo que ore primero a Dios algo así (es sólo una sugerencia): "Dios, voy a leer esta porción de tu Palabra. Ayúdame a entender lo que leeré. Abre mi corazón para recibir las palabras tuyas que leeré." Ya. Entonces, comience a leer, lentamente, sin prisa. Podría leer del capítulo uno hasta el 6. Si quiere, siga hasta el 10 u 11. O lea todo el libro... según Dios le haga sentir en su alma.

 Cuando termine de leer, tome una pausa para orar otra vez, y pídale a Dios que le ayude a entender y creer lo que acaba de leer. Entonces, a su convenienca, repita el proceso... ore otra vez; lea otra vez... y siga hasta que Dios le conteste sus oraciones. La Biblia nos enseña "que la fe viene por el oir, y el oir por la Palabra de Dios". Recuerde: no es asunto de magia, ni de que a la tercera, cuarta, etc. lectura Dios obrará en usted. Si a él le place obrar velozmente, o si es Su santa voluntad esperar mucho tiempo... eso es asunto de él. Él es soberano y hace su voluntad sin que nadie le pueda cuestionar: "Por qué así".

 Si usted no tiene ni siquiera una copia vieja, estrujada de la Biblia o Nuevo Testamento, de seguro que algún vecino o familiar o en alguna iglesia cercana alguien le prestaría o regalaría una copia de la Biblia. Si no tiene forma de conseguir una sencilla edición de la Biblia, escríbanos sobre el particular y haremos lo posible por hacerle llegar una copia de la Palabra de Dios, aunque sea de encuadernación rústica.

 Quiero aclarar que nosotros creemos en el valor e importancia de escritos no-bíblicos sencillos, de tratados, etc., cuya meta es poner ante el lector una sencilla presentación de los textos bíblicos que nos hablan de Cristo. De hecho, los usamos aquí. A veces tenemos tratados sencillos sobre el evangelio para repartir entre las gentes con el fin de evangelizar. A veces nos solicitan cantidades que no podemos suplir porque se nos agota la existencia de los mismos. En otras palabras, no descartamos el uso de tan sencilla herramienta.

 Pero, a lo que vamos es ésto: Aparte de Cristo no podrá conocer lo que es su necesidad ante Dios. No es leyendo 'acerca de él', por buenos que sean los libros... es leyendo lo que él mismo nos dice en Su santa Palabra, o lo que Sus apóstoles inspirados escribieron bajo la inspiración divina sobre la obra y la enseñanza de Cristo. Por eso es que a la persona que nos escribe expresando su deseo de 'conocer más de Cristo' no le recomendamos libros, ensayos teológicos, confesiones de fe, etc.

 La ÚNICA fuente de la Verdad de Dios y de su Hijo Cristo es la Palabra misma. Por eso no le ofrecemos un 'plan sencillo de salvación'. No le decimos: 'Siga estos 3 sencillos pasos... ore estas palabras recomendadas y, ya, será salvo(a)'. No nos atreveríamos engañarle así. Sólo le enviaremos a la Fuente de Vida eterna, Jesucristo y Su santa Palabra.

 Les daré un ejemplo de muchos que Dios ha tenido a bien poner en mi camino de servicio a él, ya sea como evangelista, pastor, predicador radial, o un sencillo consejero o ayudador de alguien que está en necesidad espiritual.

 Hace muchos años fui llamado por una iglesia aquí en PR a servirles como pastor a tiempo completo. Acepté el llamado por entender que era la voluntad de Dios para mí en ese momento. Mis primeros meses fueron de adaptación, de ir conociendo un poco a las ovejas... sus necesidades, situaciones individuales, las relaciones unos con otros; en fin, de ir conociendo a las ovejas de Cristo para poderles pastorear de manera responsable ante Dios.

 Dios puso en mi corazón comenzar a predicar la epístola a los Efesios, verso por verso, en los cultos de los domingos en la noche. Poco a poco entramos en esa faena de enseñanza y, uno de esos domingos en la noche, fuimos invitados a pasar un rato social en la casa de unos miembros que vivían a sólo metros de la localidad de nuestro lugar de reunión.

 Entre café, chocolate caliente y otros manjares, tomaba lugar la usual, normal y esperada comunión y  conversación entre los presentes. En un momento dado, uno de los miembros de mayor edad me miró y dijo algo así: "Pastor, estaba notando que en el mensaje de esta noche en el 1er capítulo de Efesios, Ud. como que dio a entender que Dios escoge a los que va a salvar; eso me suena a elección. ¿Usted cree en la elección?"

 Por supuesto que creo en la elección, pues, de lo contrario, estaría negando lo que la Biblia enseña como una Verdad clave en la obra salvadora de Dios entre los humanos. Pero, yo no le contesté a ese hermano ni 'sí' ni 'no', al menos en ese momento. 

 Lo que hice fue ésto: Le dije: "Hno., usted sabe que hoy leimos los primeros versos del cap. 1 de Efesios, y que poco a poco iremos a través del todo el libro según Dios nos dirija. Ahora, le voy a sugerir lo siguiente: Esta noche, cuando llegue a su casa, búsquese un lugar tranquilo donde pueda leer su Biblia y orar a Dios.

 Con su Biblia abierta en Efesios cap. 1, primero ore a Dios y pídale que le ayude a leer, creer y entender lo que va a leer. Entonces, lea muy despacio ese capítulo, deteniéndose cuando sea necesario y repitiendo la lectura del versículo que sea. Luego de leer, pídale a Dios que le ayude a entender y aceptar lo que leyó.

 Si aún no está durmiéndose, repita el proceso, asegurándose de orar con sinceridad a Dios y de leer con gran cuidado lo escrito. Entonces le dije que repitiera el proceso durante algunos días y que, luego, me dijera cómo le iba el proceso de orar, leer, orar, leer.

 La próxima semana veo que se me acerca el hno. con una amplia y notable sonrisa . Con gran gozo me dijo algo así: "Pastor, hice lo que me recomendó, y qué gozo he sentido porque he sido ayudado por el Señor a entender y creer lo que ahí está escrito. Ahora entiendo que no  es Ud., sino la Biblia que lo dice tan claramente".  Luego me preguntó si yo sabría porqué el pastor anterior le pasaba por encima a ese capítulo sin estudiarlo, cosa que no le pude responder.

 Ahora le pregunto a Ud., ¿Ya ve, mi amigo o amiga, lo que le estoy recomendando? Mi deber, como siervo de Dios es el conducirle a Ud. a la única fuente de la Verdad, ya que sólo Dios es quien podrá obrar en su alma lo que usted desea y necesita.
No hay fórmulas mágicas, sean espirituales o no. No hay trucos o malabares sicológicos que nos puedan ayudar a conocer de Cristo, o más de él, o como sea que Ud. exprese su más profundo sentimiento al respecto.

 El método de Dios es usar Su Palabra para revelarse a sí mismo al corazón del que se le acerca con fe. Ah, me dirá Ud., pero es que no tengo esa fe. Pues, en ese caso, que su oración a Dios no sea sólo "Ayúdame a entender lo que voy a leer sino que debe incluir también: dame la fe necesaria para creer en ti y tu Palabra". Después de todo, -y antes de todo también- la Biblia nos enseña que 'la fe es un don de Dios'. Yo no puedo darle a Ud. la fe para creer ya que, aparte de Cristo, usted está muerto en su pecado ante Dios.

 No intentaré ayudarle a 'despertar una chispa no-existente de fe' en su corazón a fin de que coopere con Dios en la salvación. Sé de ministros que así enseñan, pero no es sino un engaño al oyente. El pecador está muerto... sin vida espiritual, y tiene que acudir a Dios para suplicar Su gracia y misericordia. Cuando Dios obre, hallará que le habrá puesto fe en su corazón. Creerá Ud. en Cristo, y será salvo(a).

 Tal vez usted no puede ver bien como para leer o esté ciego de su vista por lo que en estos momentos alguien le estará leyendo este texto para que sus facultades auditivas estén al tanto . Le diré que la Palabra de Dios entra al corazón por la ventana que Dios escoja. Sea la vista o los oidos, Dios llevará Su Palabra al corazón y lo hará a Su manera y con Su poder.  Y cuando él obre, el alma objeto de esa gracia lo sabrá sin lugar a duda. Rebozará de gozo espiritual. Confesará su pecado ante Dios y sentirá la bendición de haber "pasado de muerte a vida".

 No puedo dejar de contarles de la muy amada y conocida compositora de himnos Fanny Crosby, ciega desde las 6 semanas de nacida, entrando a la presencia de Cristo más de 80 años luego. En el ínterin, conoció a Cristo, y vino a ser la autora más prolífera de himnos cristianos que jamás haya vivido... sobre 8,500 himnos o poemas para himnos. ¡Casi increíble, pero cierto!

 A veces componía la música, mas, usualmente los compositores fueron hermanos en la fe que eran parte de su vida luego de conocer a Cristo. Se dice que a los 9 años de edad ya se sabía de memoria todos los libros del Nuevo Testamento, los Salmos, Proverbios, Eclesiastés y varios otros libros del Antiguo Testamento.

 ¿Cómo sería posible tal hazaña? Muy sencillo. Tenía una abuela cristiana que dedicó su vida a sacar a Fanny a pasear por los campos, describiéndole todo lo que veía y, sobre todo, le leía la Biblia durante horas cada día. La hna. Crosby daba fe de que conoció a Cristo como su Salvador cerca a sus 30 años de edad. Así que, aún sin haber tenido esa experiencia salvadora, ya Dios la había ayudado a aprender tanta Escritura, Palabra de Dios que se palpaba en sus miles de himnos.

 Vivimos en días cuando la religión abunda, incluso la evangélica, pero la enseñanza de la Palabra de Cristo es algo que va desapareciendo velozmente. Por eso es que en nuestros sitios web procuramos llevar a los visitantes a la Fuente de Vida que es Cristo.  Por eso es que ofrecemos una sección de 'Estudios Evangélicos', es decir, que van a lo básico del evangelio de Cristo.

 ¿Ha visitado Ud. esa sección? Se lo recomiendo. El hno. Félix nos ofrece estudios bíblicos que enfocan sólo en Cristo. En nuestro sitio web, Alabanza y Adoración, le ofrecemos nuestros himnos, coros y salmos para que pueda aprender cánticos nuevos que enfocan en Cristo y su obra... en 'la Maravilla de Su Amor'. En nuestra emisora web, Radio Voz de Gracia, escuchará programación que exhalta el nombre de Cristo.

 Cristo es el todo en todo, mi amigo y amiga, mi hermano y hermana. Enfoque su corazón en la Palabra eterna que nos habla de Cristo y estará mirando de frente esa única Fuente que le podrá ayudar a concer de Cristo, de Dios y de su gracia.

 Ya han visto, amigos y amigas, mis hermanos y hermanas en Cristo, que en estas líneas nos hemos quedado en lo más básico, en lo que es el fundamento más básico del evangelio, Cristo. Le diré, también, que nunca se sentirá 'llena o lleno' como para no desear más de él ya que Dios se encarga de obrar una constante sed y hambre por las cosas espirituales. Cada 'cena ante la Palabra' es un manjar que satisface al alma, pero, nos deja deseando más y más.

 Así es la gracia de Dios. Mira a Cristo, y vivirás. Al pecador Dios le dice: "Mirad a mí, todos los confines de la tierra, y seréis salvos". Oramos a Dios que nos ayude, los que ya somos Sus hijos e hijas por fe, en esta encomienda santa de llevar el evangelio y les bendiga con gran crecimiento en Cristo.

David Surpless
Siervo de Dios en cristo.org